
En una noche inolvidable para la hinchada azul, Universidad de Chile marcó su retorno a la Copa Libertadores con una victoria por 1-0 sobre Botafogo, el actual campeón del torneo, en un Estadio Nacional repleto de hinchas que anhelaban volver a ver al club de sus amores en la instancia más importante de clubes en Sudamérica. Este resultado no solo significa tres puntos vitales en el inicio del certamen continental, sino que también simboliza el resurgimiento del club en la escena internacional tras años de desafíos y reconstrucción.
La última participación de la U en la fase de grupos de la Copa Libertadores se remonta a 2018. Desde entonces, el club enfrentó periodos difíciles, incluyendo luchas por evitar el descenso y una ausencia prolongada de competiciones internacionales. Sin embargo, la llegada del técnico Gustavo Álvarez y refuerzos clave, como el autor del gol Lucas Di Yorio han revitalizado al equipo, devolviendo la ilusión a la afición azul.
El enfrentamiento contra Botafogo tiene un sabor especial, ya que, a pesar de la jerarquía del rival, los dirigidos por Álvarez mostraron carácter y determinación, logrando imponerse en el marcador y dejando una impresión positiva en su retorno al torneo. Este triunfo no solo es un hito deportivo, sino también un reflejo del compromiso y esfuerzo de toda la institución por devolver a Universidad de Chile al lugar de protagonismo que le corresponde en el fútbol sudamericano. La victoria ante Botafogo es el primer paso en un camino que promete emociones y desafíos, pero que, con el respaldo de su fiel hinchada y el trabajo constante, augura un futuro prometedor para el club en la Copa Libertadores 2025.